OFTALMOSCOPIA

oftalmoscopia

1. Hay tres formas de hacer esta prueba, por oftalmoscopia directa, indirecta o con lámpara de hendidura.

2. Si su médico le hace una oftalmoscopia directa, deberá sentarse a oscuras. El médico proyectará un haz de luz sobre su pupila con un aparato muy parecido a una linterna. Gracias a una serie de lentes que hay en el interior de este dispositivo, su médico puede ver la parte posterior del ojo.

3. Si el médico opta por una oftalmoscopia indirecta le dirá que se recueste o se coloque en una posición semi inclinada. A continuación, procederá a abrirle el ojo con suavidad, colocará una lente manual delante del mismo, y proyectará un haz de luz brillante, pero esta vez desde una lámpara que llevará en su cabeza, algo similar a las que llevan los mineros. Puede presionarle levemente el ojo con un pequeño instrumento sin punta y decirle que mueva el ojo en distintas direcciones para poder valorar el estado del fondo del ojo.

4. En caso de que la oftalmoscopia se la haga el médico con lámpara de hendidura, deberá sentarse y colocar el mentón y la frente tal y como le indique el especialista. A continuación mirará el fondo del ojo con una serie de lentes que le permitirán una gran amplificación. A diferencia de lo que curre con la oftalmoscopia directa, con la indirecta y con el examen en la lámpara de hendidura el oftalmólogo tiene una visión tridimensional (en relieve) del nervio óptico, lo que facilita su exploración detallada.

5. Dependiendo de la técnica que le aplique su oftalmólogo, le tendrán que aplicar unas gotas para dilatar las pupilas. Dado que estas gotas dificultan la visión durante unas cuantas horas, su médico le avisará previamente para que acuda acompañado a la consulta por otra persona.

6. El examen dura un cuarto de hora aproximadamente y es indoloro. Quizás experimente cierta molestia por el haz de luz, y algo de picor si le aplican gotas, pero por lo demás es un examen que no duele en absoluto.